domingo, 15 de marzo de 2009

EL CAMINO

Cuentan que las aves migratorias siempre encuentran el camino de regreso, hoy, observa caminos que se cruzan en la lejania del horizonte. Sombrías pisadas que murieron en la nostalgia del tiempo, pero que permanecen estancadas en el asfalto de las personas. Cuantos lugares hemos recorrido, cuantas veces hemos alzado la vista para contemplar detenidamente de manera asidua el bello paisaje, y nos hemos dejado llevar por aquello que amamos, no hemos dejado de ser soñadores de destinos inexistentes, amantes de caminos que un dia caminamos, y de aquellos que aun no hemos rozado. Hoy contemplo desde el palomar, desde el punto mas alto que puedo, las verdes tierras que me embargan, miro allá donde acaba el horizonte de mis ojos, y sueño con aquellas personas que estan al otro lado de las tierras, lejos pero cerca, y es que, cada paso que doy hacia adelante, es una mirada atrás buscando el recuerdo. Por eso hoy, quiero ser un ave migratoria, y encontrar el camino de regreso, donde los caminos se cruzan y el asfalto aun esta vestido de inocencia frágil.

miércoles, 11 de marzo de 2009

EL AGUJERO NEGRO

Nomadas de lugares lejanos, que sentis cerca el suspiro profundo del sol. Vivis entre las nubes plácidas que emanan del cielo. Vuestros sueños surcan la fragil tierra desgastada por el ganado, sedientos de una gota de agua que brote para poder seguir sobreviviendo en esta caotica existencia. El fuego alia vuestras almas desgarradas por el tiempo. Sois libres como el buitre que espera la llegada mortal para alimentarse. Sois libres, aunque no podeis disfrutar de esa libertad, solo vivir contemplandola detenidamente, y sobrevivir bajo el calor del sol, que derrite vuestros cuerpos cansandos de caminar tras un mundo incierto ajeno a vuestras vidas.

martes, 10 de marzo de 2009

UN HOMBRE DE VERDAD

Cuadraban las cuentas pero no la vida. Así que un día dejó el sillón de director general de Caja del Mediterráneo y lo cambió por una silla de tijera. Vendió la lujosa casa en el centro de Alicante y se instaló en el Barrio Obrero. Quemó la corbata de seda, porque un nudo se le ponía en la garganta al ver aquellos ojos desleídos por la lluvia y las aceras.
Se llama Miguel Romá. A su mujer, Marinadi, algunos subsaharianos la llaman "mamá África". Hoy conviven con 14 personas venidas de fuera y con la vida hecha astillas. Da vergüenza la pregunta, y el hombre de 68 años que tenemos delante como que se extraña al escucharla.
- ¿Por qué esta forma de vida?
- ¿Cómo? Bueno, sería un crimen no hacerlo.
Pasó que reunió a los hijos adolescentes y se lo dijo: ya no habrá asistenta en el hogar ni dispendios de neón. Y abrió las puertas de aquella nueva casa humilde pero espaciosa, liberadora, donde desde aquel 1994 hasta hoy han pasado hasta 300 inmigrantes con y sin papeles. Que se tientan el alma alrededor de una mesa camilla por si aquello es un sueño.
Desde que hace 15 años echaron a andar con su nueva vida, Miguel y Marinadi han guardado con celo la intimidad de este islote de solidaridad. Sólo han accedido a romperlo ahora, con muchísimos reparos, para levantar una empalizada que guarde a la hospitalidad del asedio que ultima el Gobierno y su estrenado credo: cierra la puerta y echa el cerrojo; retira el felpudo donde pone Bienvenidos y vigila por la mirilla; al clandestino, ni agua... Lo dice el artículo 53.2.c del anteproyecto de Ley de Extranjería, que propone sancionar hasta con 10.000 euros a quien acoja a un inmigrante. Así que nos jugamos el tipo con Miguel y Marinadi, delincuentes a la vista.
"Hasta ahora la solidaridad y el compartir eran considerados valores universales", expone Miguel. "Ahora quieren que sea delito... El Gobierno me ha defraudado. En fin, ¿qué sociedad queremos? ¿Quiénes seremos los delincuentes mañana? Es demencial, demencial".
Entramos a la hora de comer en la morada Solidaridad, donde hay dos perolas (una con cerdo y otra sin él) y conviven juntos Ecuador, Gambia, Colombia, Senegal, Costa de Marfil, Argelia, Perú y Bolivia. En esta patria chica del "pásame la sal", el "por favor" y el "gracias" hay una cocina donde todos recogen y uno se sirve solo porque en la vida no hay esclavos. En este hogar acrisolado hay un cuarto de estar donde Senegal se está tomando la revancha a las damas frente a la correosa contrincante de Bolivia. En esta revolución sin caudillo hay habitaciones propias, cafelito y cháchara, una despensa como el Carrefour y un patio donde contar estrellas... Hasta 75 se juntaron en Navidad, en una noche que acabó con un improvisado concurso de villancicos por países. Cristo, Mahoma y Buda con la pandereta, tengamos la fiesta en paz.
"Esto no es un hotel", sentencia Miguel. "Esto es una familia. Y las pocas normas que tenemos son las que habría en un hogar. Mucho respeto mutuo, colaborar en todo, nada de borracheras o cosas parecidas".
Miguel, que sabe de préstamos, echa la cuenta del expolio. La mayoría llega con una deuda terrible de su país, con intereses mensuales del 20%, con lo que en medio año ya han duplicado el débito. Y allí están Miguel y Marinadi, estirando sus ahorros, la pensión y ese plus que le dejó la Caja al directivo, mirando cada euro para que les cunda.
"Podríamos vivir lujosamente en un apartamento sobre la playa. Pero vivimos más felices compartiendo. Somos nosotros los que les agradecemos a ellos todo lo que nos dan".
La convivencia solidaria hace saltar cerrojos y enciende velas. En este barrio habitado por personas mayores son los musulmanes de la casa los que acuden a la parroquia del Salvador para disfrazarse y no dejar a los ancianos sin sus Reyes Magos vivientes. Cuando la guerra entre Perú y Ecuador, el peruano y el ecuatoriano eran uña y carne aquí en la casa. Hoy, Día de la Mujer, cocinarán sólo los chicos. Dicen que van a hacer algo parecido a la lasaña.
Del calendario que inauguraron Miguel y Marinadi hace 15 años se guardan fechas como tesoros en los cajones del alma.
Como aquel día en que apareció ella llamando a la puerta, la primera demandante de abrazos, una muñeca que llegó dejándose el aserrín en el umbral de la casa.
Era de Santo Tomé y Príncipe, parecía salida del instituto, traía en brazos un bebé de dos meses y estaba embarazada de miedo.
La cosieron a besos, y con eso casi bastó. Con el tiempo se puso a limpiar casas, a cuidar ancianos y a estudiar, día y noche, como a quien le da una beca la vida.
La chica de Santo Tomé y Príncipe es ahora doctora del centro de salud, y acude con sus chiquillos los fines de semana a visitar a "mamá África" y a comer esa paella que hace Miguel los sábados.
Esa paella que es como un radiante sol y una enorme hostia. Esa paella eterna que comen los hijos y hacen los padres.

domingo, 8 de marzo de 2009

DESTINOS INCONTROLABLES

Hoy vuelvo a mirar atrás en el tiempo, y siento esa sensacion de vacío que a uno embarga cuando deja en el recuerdo cercano aquello que tanto ama. Vivimos consternados por los sueños que creemos merecer, encerrados en nosotros mismos, revisamos papeleos y mas papeleos, y olvidamos lo que bien dijiste un dia, que todo ha de esperar menos las personas. Hoy me embarga esa sensacion de sentirme cerca de las personas, de mis personas, aquellas a las que debido a mi vida diaria, de alguna manera estoy dejando atrás o a un lado, y no estoy sabiendo vivir de manera cercana. Muchas veces me siento solo, lejos del mundo que amo, integramente unido a mi sueño de lucha por los demás, pero sin poder compartirlo con aquellos a los que admiro y amo. Es difícil a veces, continuar, duro incluso, pero me satisface saber de ti aunque sea en rafagas lejanas de viento. Quizás me esté perdiendo tantas cosas, quizás no este a la altura de las situaciones, quizás los abrazos ya no sean los mismos. Pero es que resulta que las personas cambian su destino cada día, ya no vamos vestidos con la ignorancia de lo que un día fuímos, sino que este juguete estrambotico llamado vida, es mas frágil que aquel pequeño peluche por el que tanto lloré. He mirado atrás, y sin quererlo algunas lágrimas se han escapado de manera sutil, hemos crecido, y cada cual va encontrando su sitio, quizás vea a todo el mundo con su esencia bien controlada, quizás yo no pueda decir lo mismo, quizás la vida guarde destinos incontrolables para algunos. Hecho de menos tantas cosas, tantas veces suspiré por estar tanto tiempo sin saber de ti, quizás ese roze diario que nos distancia lo esté haciendo realmente, quizás quiera estar en tantos sitios existentes compartiendo a tu lado emociones que lo merezcan. Sea lo que sea y pase lo que pase, mi destino se sentirá agradecido viendo como el de otros, aquellos a los que amo, va siendo sonreido cada día al encontrarse en el fluir sigiloso del tiempo.

jueves, 5 de marzo de 2009

Mi paisaje

"Me gustas cuando callas, por que estas como ausente". Algo abunda mi incertidumbre y rapidamente los vientos zarandean fuertemente la montaña que divisa mi ventana. Al son de un compas inexistente, el viento transporta los lamentos de las almas desgarradas por el tiempo, almas sin ningun paradero al que acudir.
La montaña fija fielmente su camino hacia el ocaso azul del cielo. Los coches quebrantan la memoria profana de la noche. A lo lejos, los carteles se desvanecen en un profundo sueño, pero siguen marcando la luz del trayecto marcado. Los arboles permanecen inmoviles al borde del camino. Sin un determinado horario, regreso a mis aposentos a encontrarme con el viento, que en esta noche, susurra la tempestad del mundo. Te seré sincero, me gusta el silencio de mi paisaje. Las gotas de agua cayendo sobre la fertil tierra, ahogando ante mi, la arrogancia de un mañana incierto. Quiero seguir callado durante unos minutos y escuchar, simplemente escuchar.
Para poder sentir el dulce latir de la hemosa tierra que hoy me inunda, y volver a encontrar el camino perfecto.