domingo, 10 de junio de 2012

Hasta otra

Todo en la vida tiene su momento, su etapa, su circunstancia. Durante los últimos 6 años, he hecho de este blog un lugar de encuentro, un espacio donde la palabra compartir, ha cobrado algo más de sentido en mi vida. Puede que la mayoría de las emociones inquietas que me han desafiado mi andadura en estos 6 años, estén reflejadas de alguna u otra manera aquí. Palabras y mas palabras que hablan de personas, de sensaciones, de sentimientos, de nostalgia, de emociones... que me han ido acompañando en esta breve y minuciosa senda. Ahora, me despido de este lugar cibernético. Todo tiene su momento, y estaba algo colapsado literariamente hablando. Siempre que se cambia, ha de ser para mejorar. 


Gracias a todas las personas que han leido en estos años a Balú (personaje simpático del libro de la selva), y que han compartido un poco de su tiempo. A ellas esta foto que hice no hace mucho, y que me trasmite esa unión fiel de todo aquello que está unido por alguna causa o razón


En la vida todo depende del color del cristal con el que se miran las cosas!!!!.


Nos vemos en: tallandolaspalabras.blogspot.com


Suerte y un abrazo 

Rafael Leiva

miércoles, 16 de mayo de 2012

Golpeteos del corazon desganado

Ya te imagino frente a mí.  Con tus zapatos de tacón marrón. Los dos sentados sobre butacas blancas de hierro macizo, con extravagantes relieves circulares en el respaldar. Tu mirada brillante taladrando mi armadura protectora. Tus manos de seda, acariciando la copa  de tinto. El aire desafiando impetuoso la atmósfera que vas creando. Esculpes con tus labios el submundo en el que pretendes que yo me desenvuelva. A lo lejos, el eco de una canción, que habla de tí y de mí, de traición, de soledad y llanto. Los árboles, majestuosos, abren paso a su osadía natural, en el silencio de nuestras emociones. El cielo, con su oscuridad, inspirando tus gestos, lubricando tus labios. La brisa veraniega nos trae el dulce sabor de los lugares en los que te amé. De fondo, la ciudad, creando un espectro fiel que abraza el calor de los recuerdos. Tu cruce de piernas, debilita mi odio a cada instante. El carmín del birle, evoca en mí la presencia de la derrota, del eterno sin sabor del amor. El tiempo engríe la esperanza  de un hombre  cabal, y realza la soledad humana de quien todo lo dió, y todo lo perdió. Una sensación cortante que barría con impaciencia suicida la figura, femeninamente hermosa, que tenia frente a mí.  La vida me sacude. Todo se detiene, miro asiduamente hacia el suelo sobre el  que poso mis pies, y fugazmente,  vienen a mi, pequeños retazos de escenas vividas, momentos extraños que me abrazan, me susurran... me desgarran, momentos en los que me aleje de alguna manera de aquello que debía, que podía y que sentía, no sabía bien lo que quería, no tenía claro el fín de mi batalla, no sabía porque llevaba una armadura pesada, que asfixiaba mi camino. Pero algo ocurrió, un eco lejano merodeando en mi interior, un brillo en mis ojos y unas palabras apacibles, fueron las armas que saqué para  tambalear los cimientos de tu vida, sin miedo a mis palabras,  a pesar de que tu controlabas la mía.


"...y mi pricesa se espanta por mucho que yo le cante,
 he luchado con dragones,
 perdí siempre la batalla,
 inmolé mis emociones,
perdí el amorcito del alma,
pero me queda la vida
, y yo me emborracho con ella,
 de licores y bebidas,
me bebo tus ojos morena.
Asi como mis pasiones,
 y mis paisanos poetas de andalucia,
 este romance inmolado,
 para esa morena mía,
que nunca nada me ha dado,
 y de mi siempre me olvida,
 pero me hace mas humano,
 viva mi pena y mi vida"

 (P.J. Cabrera)

lunes, 30 de abril de 2012

"Creo que has tenido miedo toda tu vida" Máximo

...y lo sigues teniendo muy a pesar tuyo. Yo, en cambio, atemorizado,  he sido capaz de mirar a los ojos de la derrota, de la desgana... de la soledad,  y levantar mi cuerpo siempre una vez más. Pero tú, sigues inválida en la emoción, mides cada palabra, cada letra...cada gesto,  para conseguir tapiar tu culpa.
 Y lo inverosímil es que lo consigues sin pudor.

Tranquila, al final todo saldrá bien, y sino sale bien, es que no es el final.




miércoles, 25 de abril de 2012

Un giro teatral

Confiesa y admite que una temporada
autosugestionada también me quisiste
o eso parecía, hoy quién lo dirías
iempre tan esquiva o de correrías
quizá a otros les guste esa inconsistencia
la nula injerencia que ahora es tu disfrute
arrasar con todo como la escapista
la falsa turista que alardea en el foro.


Te deseo buen año y que el cielo te guie
ahora sin mi rie como hacías antaño
te deseo buen año, te deseo y te extraño. 



Manolo Garcia

miércoles, 18 de abril de 2012

Respiros

"Cuántas veces he sentido este frío polar encender mis parámetros emocionales. El destino con su intransigencia golpeando fuertemente la vereda incandescente que susurra mis adentros. Tiritones vertiginosos que desploman cimientos aparentemente consistentes. He sentido el vértigo insólito que abraza a la soledad. El desgarro infinito atravesando cada parte de mí. La debilidad encubierta en gritos de dolor. El abismo fértil formando parte de mi andadura."

No todos estamos dispuestos a dejar de ser lo que somos por un momento. Dejar a un lado la pequeña cima que hemos logrado, y que de alguna manera, estamos deseando dejar de escalar, para quedarnos disfrutando de las vistas, de cada centímetro de superación, permanecer allí en ese instante, hacer del tiempo una forma de vida, pertenecer al recuerdo eterno y sentirlo parte de nosotros. No es más feliz el que llega antes arriba, sino el que, desesperadamente, encuentra en cada momento, el sabor de su victoria, por el mero hecho, de estar donde se está.

R. Leiva

lunes, 9 de abril de 2012

TE PODRÍA DECIR

"Yo soporto la abstinencia porque tengo en la cabeza un corazón para pensar y no sabes como escuecen estos meses caminando de puntillas para no romperlo más Te podría decir que durmieras conmigo esta noche pero luego vendría la excusa y su hermano gemelo el reproche Te podría decir ¿como puedes? pero te confieso, que ya estaba esperando que algo me sacara la piel de los huesos Te podría decir que mañana veremos el modo pero nunca te quedas conmigo y tampoco te marchas del todo Te podría decir que lo hice todo para ver si conseguía juntar las cuerdas del pasado por que ví que a tí el amor solo te gusta con heridas y tu nombre no cabía dentro de mi por venir Yo soporto la abstinencia porque tengo en la cabeza un corazón para pensar y no sabes como escuecen estos meses caminando de puntillas para no caer al mar Te podría decir Te podría decir que aun estoy arreglando los rotos porque aun no he encontrado un buen sitio por el que hacer pedazos las fotos Te podría decir que también intenté comprenderte y aprendí que tu forma de odiarme eran solo las ganas de verme Te podría decir que mañana veremos el modo de aprender a quedarme contigo o aprender a marcharme del todo te podría decir que lo hice todo para ver si conseguía cortar las cuerdas del pasado porque ví que a tí el amor solo te gusta con heridas y tu nombre no cabía dentro de mi por venir si hubiera vuelto, pronto te arrepentirías si hubieras vuelto, yo me habría querido ir ¿porque volver donde tan solo hubo heridas? Si el pasado es una chica a la que no hay que desvestir. ---- Sigo arrancándote de mi, cada día, cada hora.. a deshoras·"


Marwan
Te podría decir.

miércoles, 4 de abril de 2012

Gris, Blanco y Rojo.

En la cima de tu espalda,
donde se separan nuestros cuerpos,
hay momentos de debilidad,
en los que piensas firmemente en mí.
Lo sé.
Yo, confieso, que vivo constantemente
aferrado a tu recuerdo,
que lo abrazo,
lo beso, lo perforo, lo desgarro,
lo asesino dulcemente...
a cada instante de esta mísera existencia.
No sé dónde estás, dónde vives,
ni tan siquiera si respiras el mismo
aire puro que golpea mi piel.
Ya no te siento, sólo te recuerdo,
te desvaneces lentamente
en el devenir de los días.
Tus usurpadoras moléculas,
carecen de verosimilitud.
Tus vorágines emociones cleptómanas,
no liberan este odio contaminante,
ni esta ira perpleja,
que traspasa el alma
sin sellar heridas.
Sé que estás ahí,
que muy de vez en cuando,
sabes de mí, que sientes este dolor profano
que atravesó vertiginosamente el brillo de mis ojos.
Que hueles el aroma púrpura de tu lienzo,
que no es más que,
aquella espada atravesada,
que tu trazaste... que tú clavaste.
Ahora, soy un espectro sin pudor,
ausente de ilusiones, que tu me arrebataste.
Un hombre, sin nada que perder,
desatando fuerzas, que creía no tener.
Un rapsoda fantasma,
que juega a vestir versos,
intentando componer los despojos del alma,
que tuviste en tus manos de pincel.
Lejos de este mundo cruel que he creado,
más allá de esta intensa batalla de emociones,
te añoro profundamente,
intento seguir tu rastro minuciosamente,
clandestinamente,
a veces lo consigo,
otras no,
créeme, a veces hasta te sonrío,
pero en la hora mas tenebrosa del alba,
apareces descalza,
como en antaño,
vestido de tu inocencia,
inocencia que sacrificó un tiempo,
que contaminó el alma,
y que algún día,
caerá por su propio peso.
Y ya lo trazaste aquella noche,
mucho antes de iniciar esta andadura...
"Aparece el cruel caballero,
que con su espada,
hiere por desvelar secretos pasados
que debieron quedarse escondidos
en las mazmorras,
atados con grilletes...
sin ponerle esa puta camisa al dejarse llevar"


Ahora intento recuperar
esos retazos de vida que el destino me robó,
lo hago lejos de tí,
porque cerca,
no podría,
tu bien lo sabes.
Pero en la distancia,
sigo rezando por vos
y echándote de menos.



Ni contigo... ni sin tí.


R. Leiva



viernes, 30 de marzo de 2012

Farfalla Pittoresca

Naces en cada instante,
mariposa pintoresca,
tus manos de papel,
envolviendo la nicotina prohibida del alma.
Tu aroma susurra,
envuelve y agrieta la emoción.
Descalza, Tapizas el lienzo de mi piel,
trazos púrpuras por doquier,
a ritmos vertiginosos,
extravagantes y atrevidos.
Mariposa pintoresca,
sonríe, y da luz a la sombra de tus labios.
Sonríe, y no dejes de hacerlo,
una y otra vez.
Tu sonrisa eléctrica
despierta el calor de los humanos.



Felicidades.

R. Leiva


jueves, 22 de marzo de 2012

Persecuciones desvanecidas

Miradas de falacias afiladas,
emociones vertiginosamente intransigentes
en el abismo infiel de mis entrañas,
el susurro lejano de tu voz fantasiosa
invadiendo el alma,
desgarrándola lentamente.
Tu figura espectrante,
observando sutilmente
la profanación de mi espíritu.
Abrazo tu recuerdo,
lo perforo quebrantando su eternidad,
esencia inmensamente auténtica.

R. Leiva

viernes, 2 de marzo de 2012

Reminiscencia: El pincel mágico (un año después)

A veces, para no olvidar algunas emociones de antaño que me envolvieron de manera gustosa, las escribo perennemente en este espacio, que poco a poco va tocando su fin...
Lo confieso, me encanta leerme, y sentir lo que escribo, leer letras que hablan de mis sentimientos, de mis sensaciones, del vaivén de la vida salpicando descaradamente mi ser. Es por eso, que en multitud de ocasiones, me dispongo a buscar en este baúl cibernético, escritos del pasado, que me ayuden a recordar lo que un día sentí.
Hoy, recupero un escrito que elaboré en esta misma semana hace un año...porque ello me ayuda a caminar y a valorar lo que aguardé.
Cuando las cosas llegan a su final, siempre queda esa sensación de nostalgia bohemia que nos consume.


El pincel mágico

"Mientras el vértigo de la vida, con su impasiva brisa me susurra descaradamente, pienso de manera asidua en la suerte que tienen algunas personas de estar cerca de aquello con lo que su vida cobra algo de sentido. Tengo la suerte de vivir en ese sueño caprichoso que me envuele cada vez que el sol surca el inmenso cielo azul, atado gustosamente por el fluir de los días. Pero a veces, cuando el cielo suspira lágrimas de amor, es cuando recuerdo, que estoy incompleto, que falta una pieza mágica, que haga estremecer a las mismísimas estrellas que desafían cada noche al abismo terrestre.

Entre tanto, te imagino descalza, con un pincel en las manos,derramando sobre el asfalto el afeite sobrante de tu ultima obra de arte, un fiel reflejo de tu alma desnuda, palpando afectusamente el rostro de la naturaleza, como dos cuerpos entrelazados, disimulando la batalla intrépida que posteriormente y de manera afable harás realidad sobre el lienzo.

Hay pinturas que merecen ser realidad"

8 Marzo 2011

lunes, 20 de febrero de 2012

Habitáculo 15

Habitáculo 15



Destellos ancestrales que surgieron,
el cigarro se consume como si nada,
a lo lejos, las pisadas se consumen
en la oscuridad.
Chirrios de puertas madera ocre,
entreabiertas,
anunciando pasadizos epidérmicos
de humanos en construcción.
Gaitas prohibidas susurrando
en el desván de mis oídos,
preludio de la desgana
intensa,
con la que se viven algunas horas,
algunos momentos
...algunas noches.

R. Leiva

lunes, 6 de febrero de 2012

Bosque caducifolio


Cuentan los sabios, que cualquier incontinencia daña la raíz humana.

Discrepo profundamente con los más sabios, ¡los desafío!.

En estos días, quiero adentrarme en este bosque de palabras caducifolias, para alimentar moderadamente esta incontinencia que traspasa gran parte de mi control.

Volcarme, en este pequeño, pero intenso taller de palabras que hay sobre mi escritorio, detener el mundo, mi mundo, y darle un giro teatral a las leyes de la naturaleza. Haré soplar fuertemente las hojas del suelo, para volver a vestir los árboles de mi universo, y es que hay cosas, que ni tan siquiera en este blog se pueden desnudar, por eso, detengo su rumbo, petrifico su ansia, y la traslado a éste pequeño libro construido de las hojas de los árboles que cayeron de su portada.

Hay cosas que no se puede compartir, las verdaderas, las auténticas...las más hermosas, esas anidan en mi mesita de noche.

Y ahora he de recoger las hojas del bosque...de mi bosque caducifolio.

Nos vemos pronto. Donde siempre... en el camino.

Rafael Leiva

martes, 31 de enero de 2012

Bombillas que se encienden cuando un Edison se apaga

...Tras un día muy intenso lleno de imprevistos imprevisibles, que mejor manera que continuar esta travesía con un buen libro.
Existe en mi vida una serie de acontecimientos a los que inocentemente y con fe prodigiosa llamo "Maktub", una palabra árabe que su significado puede asemejarse a "estaba escrito". Creo firmemente en la hermosura de los actos que la vida nos regala, como consecuencia de su propio fluir ambulante por el camino que se otorga. Todo tiene un porqué, intento respetar fielmente sus causas y asimilar sus consecuencias. La vida no siempre acaricia, algunas te araña, pero entendí, que incluso hay bombillas que se encienden cuando un Edison se apaga.
Bombillas que se encienden inesperadamente, incluso cuando todo aparentemente duerme apacible, luces incandescentes que liberan su ego de la sombra opresora en la que se envuelven. Estaba escrito, y que mejor momento y escenario, que mi vida, para que tuviera que suceder lo que así estaba dispuesto, a causa de las consecuencias del fluir ambulante de la propia existencia.
Los "maktub" que cada día acontecen, pueden ser interpretados de miles maneras, la sonrisa de un niño, el abrazo perenne en el recuerdo, una canción de carnaval que te hace sonreír inexplicablemente y tontamente ... todo fluye, cambia, crece. Y esas pequeñas señales sobre las que mi vida va posándose y encaminando el rumbo, quizás sean detalles ficticios, pero yo, hoy, me mantengo firme ante ese agnosticismo, quizás mañana viva, porque hay que vivir, pero hoy irremediablemente, me dejo llevar, porque suena demasiado bien.

Los "Maktub" sólo aparecen para darle mayor sentido a la vida.



lunes, 23 de enero de 2012

Rover 216SE

Aún recuerdo aquella vaga sensación al ver ese aparato de hierro púrpura, que mi padre ponía al coche, siempre que lo dejaba aparcado en la avenida barcelona los fines de semana. Muchas veces me pregunté para que servía, mi padre lo explicaba en multitud de ocasiones, "para que no se lleven el coche" decía asiduamente. Pero yo no podía abastecer mi inquietud con esa vulgar y mera respuesta; me preguntaba continuamente cómo un palo de hierro, encadenado al volante, iba hacer espantar, a las personas que quisieran llevarse el viejo coche de mi padre color crema, que olía perennemente a nobel.
Con el paso de los años fui entendiendo la utilidad de aquel hierro aparatoso que se escondía bajo el asiento de papá y que enlazaba su fiel amor al volante, cual marido y esposa.
Era el bloqueo, esa era la palabra que casé con el espanta ladrones púrpura. Era un sistema que impedía la movilidad del volante, y acrecentaba la dificultad, por no decir la imposibilidad, del secuestro del vehículo.
A veces, los humanos, parecemos poseer ese bloqueador hierro púrpura perforando visceralmente todo nuestro cuerpo. Un cerrojo, que nos priva de actuar, de sentir y de acariciar aquello que queremos. Bloqueados por el miedo, permanecemos en la quietud apacible, contemplando fielmente nuestros deseos, pero sin esperanza de alcanzarlos, por temor incluso a conseguirlos.
Hoy, más que nunca, es el momento idóneo para desprendernos de este bloqueo incesante, es hora de salir, de sentir y actuar, no permitas que nada ni nadie te diga que no puedes hacer algo. No dejes que te invada la sensación devoradora de poder haber hecho algo y haber permanecido cruzado de brazos, hazlo hoy, ahora, en este preciso instante, sin miedo, con valor y entusiasmo.

Despójate de la cadenas que te condenan.


"Osos de cuero y alpargatas
Canastos de mimbre, diademas de borla,
Que no hay nada más..."



sábado, 21 de enero de 2012

Una copa más

Aquí no pasa el tiempo, no existen moléculas suicidas de la clepsidra, todo se esfumó, consumiendo aquel cigarro al que declarabas tu amor, acariciando la espectacular figura femenina de humo que se abría paso ebrio entre la multitud, y allí, al final de la barra, donde el remanso de paz no era invadido por la luz deslumbrante del antro, se disponía tu alma, sobre un taburete negro desgastado por los traseros solitarios que acudían allí para camuflar la pesadumbre de sus ilusiones. Con un juego de sombras, que invade la gran parte de tu cuerpo, pides otro vaso de whisky, y ya van seis, sin remedio, sin pudor, ni reparo, cigarro tras cigarro, el foco del fondo bailando al son de los hielos que intentan escalar la ancha copa, no pasa el tiempo, la noche es eterna, el humo no tiene fin, el alcohol vertiginosamente recorre tu cuerpo, y tu sigues rellenando, como si la vida te fuera en ello. Una canción de fito anuncia el cierre del bar, las luces que al encenderse dañan tus ojos de libertino amorosamente infiel, marcan el camino de vuelta a la cloaca que has creado, a la realidad tenebrosa que te envuelve, que te acaricia... que te ama.


domingo, 15 de enero de 2012

300 emociones al día

En numerosas ocasiones he sentido el frío invierno adueñándose de mi. La brisa helada, exaltando una parte de mi, tiritando emociones que apaciguan hogueras descontroladas. El frío invierno marcando el cauce de mi sangre a simple vista, desafiando con su aliento de frescura, la impotencia de movilidad, atado a mi concentración de mantener la llama siempre encendida. A veces es difícil mantener la lumbre viva, más, cuando mi cuerpo vertiginosamente sufre el paso del tiempo.
Cuando en ocasiones pierdo la noción del tiempo, y he de sacar fuerzas de donde no las hay, me apoyo en varias escenas que convierten en intangible mis emociones.
Leónidas, acudió a la batalla sabiendo que no regresaría. Sumergido en una muerte segura, aceptó la disposición de su esposa, y condujo a 300 hombres a su propia erradicación. Lo hizo sin miedo, asumiendo la responsabilidad de sus actos, creyendo en sus hombres. Las Termópilas se convirtieron en una sangrienta batalla, donde el frío invierno se alió con los espartanos, que combatían por honor, por su región y por la tiranía opresora del enemigo Jerjes.
A veces inspiro mis actos en Leónidas, intento mantener el frío invierno de mi lado, alimentar la hoguera con el gélido viento de las noches. Las Termópilas son mi día a día, allí combato, con mis 300 hombres, que no son más que lo que conlleva mi espiritualidad, mi personalidad y mi interior. El enemigo seguramente nos multiplica, en multitud de ocasiones, en número, pero nada nos abate si luchamos con fe.
Todo llevamos un Leónidas dentro, y si hay que caer, que sea de lugares bien altos, pues, no nos rendimos jamás.

jueves, 5 de enero de 2012

Gafas de sol para días de lluvia.

...Desde la puerta del ascensor, se podía divisar el guiso de su madre entre los miles de olores sabrosos de la vecindad. Con el alma cabizbaja y tras un suspiro de intentar dejar los problemas no más allá de la puerta de su morada, se dispuso a penetrar en casa con una sonrisa ficticia, que no camuflaba el desgarro de sus entrañas.

¡Arroz! ¡ Del que a ti te gusta! - Vociferó su madre desde la cocina.

Pero ni eso despertó el apetito del jóven, que sólo pensaba en alimentar la solución de su problema. No probó bocado. Su madre lógicamente, se percató de que algo no andaba del todo bien, pero no quiso invadir su soledad, dejó a su hijo con la mirada pérdida, removiendo los granos de arroz, como si buscara algo tras ellos... a alguien.
De repente, se levantó y corrió hasta la otra punta de la casa, se encerró en el cuarto de baño de sus padres, apoyó su espalda contra la bañera, y comenzó a llorar con todo su corazón. Al otro lado de la puerta, la respiración de su madre, que sentía como a su pequeño le habían robado su tesoro mas preciado, el corazón. Pero dejó que el curso de la vida asentara cátedra, y lo dejó allí sollozando, suspirando, cosiendo sus propias emociones, haciéndose tenaz y sensato, cultivando su fortaleza, para poder levantarse vertiginosamente tras las caídas. En aquél preciso instante, una llamada de teléfono, calmó su agonía, era ella, con su delgada voz y su dulzura juvenil. Parecía como si las lágrimas del jóven, hubieran estado ahogando a su amada a pesar de la distancia, como si aquellos lamentos, hubieron perforado los oídos de ella, y la falta de apetito del muchacho, se hubiera tragado el orgullo de "la ladrona".
Y allí, en aquél tenebroso escenario, decidieron, tras encauzar sus palabras sin miedo, afrontar los nuevos caminos que aún les estaban por llegar.

Pero la vida a veces golpea incansablemente, con los susurros del pasado, queriendo recordar lo que un día vivimos, acariciándonos, evocando la fuerza que un día sacamos para seguir caminando afablemente por este periplo.

Y siete años mas tarde, con aquella misma sabrosa comida, en aquél mismo escenario y con los mismo ojos envueltos en lágrimas, seguimos sintiendo, que nos roban el alma.