En este mundo cruel en el que nos ha tocado vivir, somos prisioneros de nuestras palabras, todo aquello que hacemos o que decimos, va siempre unido a nuestra persona, desafiando a otras muchas, y ensimismados por la sensación estrambótica que les identifican, proclaman su carta de presentación e ideología, sea la que sea, como la mejor, como la verdadera, como la unica posible y creible. En estos días, me hago eco, de algunas que otras palabras, que alguna que otra persona proclamó, para representar su ideología, y hacer ver a otras personas, sobre todo a las mas débiles, que su mensaje es el unico auténtico y es el camino perfecto. Éstos déspotas ingorantes, utilizan un lenguaje agresivo, provocador, coloquial, irrespetuoso... son algunas de sus artimañas, para derrotar a su enemigo, la mejor defensa es un buen ataque, y tanto que algunas personas, atacan y atacan, por imponer su ley de pensamiento.
Hoy le he querido dedicar este "patético" texto, patético por venir de donde viene, a una buena amiga que lanza mensajes subliminales llenos de demagogia, agresividad, gestos insultantes, y respeto invisible... Nunca sentí tanta impotencia, al ver a una mujer hablar de tal manera, mirar con esos ojos, y creerse superior a todo lo cercano.
Un saludo grande, Mª A. tu sigue con tus programas para frustrados y faltando el respeto por la vida, que nosotros seguiremos luchando por un mundo mas justo en primera linea de batalla, no sentada con personajes bastardos, criticando instituciones y ámbitos de nuestro país, ojalá tus palabras mueran en la ignorancia de su silencio.
Atentamente, Rafael Leiva
Cristiano del siglo XXI
0 comentarios:
Publicar un comentario