miércoles, 16 de junio de 2010

Bajo las estrellas

Recuerdo cuando era pequeño y me abatía ese miedo de asomarme al pasillo de aquella humilde morada, y ver el oscuro infinito que envolvía el pasillo de la casa que me vio hundir raices.


Ahora, bajo la luz tenue de las estrellas que inundan mi cielo, lejos de mi casa, de nuevo el miedo, se vuelve a adueñar de una pequeña parte de mí. Es extraño, esta casa enorme en la que ahora resido, está oscura, sólo brillan las estrellas que con el fulgor de su intensa luz, intentan dar vida a los patios, pero aún así, tengo miedo, vuelvo a la ignorancia de mi niñez, quedo atrapado en esta constelación intrépida de dudas, de inquietud, de incertidumbre.

No hay nada claro, busco una sola ventaja, encuentro demasiadas, me acaricio sutilmente, e intento alejar de mí, cualquier tipo de apatía que haga perecer el débil reflejo incensante de esta luz fugaz que me abriga.

Todos alguna vez, fuímos cobardes, cobardes atados por una causa justa, atrás ya quedó ese pasado que a veces te golpea y otras te susurra, atrás, ya queda aquél pasillo oscuro, ahora, es hora de encontrar el interruptor de cielo, para encender, en la noche mas fría, un océano de estrellas, que haga desaparecer el tumulto del alma.

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