No todos estamos dispuestos a dejar de ser lo que somos por un momento. Dejar a un lado la pequeña cima que hemos logrado, y que de alguna manera, estamos deseando dejar de escalar, para quedarnos disfrutando de las vistas, de cada centímetro de superación, permanecer allí en ese instante, hacer del tiempo una forma de vida, pertenecer al recuerdo eterno y sentirlo parte de nosotros. No es más feliz el que llega antes arriba, sino el que, desesperadamente, encuentra en cada momento, el sabor de su victoria, por el mero hecho, de estar donde se está.
R. Leiva
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