sábado, 27 de junio de 2009

Hay mucha gente, pero pocas personas

Resulta extraño detenerse y mirar como se esfuma todo aquello que amas. El fluir de los días, aleja de ti, todo tipo de apatías que se cruzan sin toparse en una molécula de segundo. Cuando ya amas realmente, es la hora de perecer. Cuando realmente sientes amor, cariño y felicidad, los caminos se desvían y se tiene que coger el atillo para partir hacia parajes desconocidos. Y que queda despues, que pensar de ese lugar maravilloso del que no quieres marchar, que suspicacia sientes al ver que te alejas de aquel sitio, pero que tu corazón se queda allí, permaneciendo inmóvil al borde del camino, mirando atónitamente como te marchas, como te rompes el corazón, como una parte de ti se que allí. Y es que este desafiante camino, es insospechable, una veces por aquí, otras por allá, pero nunca allí, donde tu alma afianza su raíz benevolente. Te lleve donde te lleve se siempre tu mismo.

2 comentarios:

Ana Lógica dijo...

Dios... gracias por describir mi sensación ^^
Miles de cruces, despedidas, caminos de ida, otros de vuelta, algunos de ida y vuelta...


Un besito hippilongui ^_^
¡Ya mihmo toy allí!

Ana Lógica dijo...

Holaaaa que tal? como va ese calorsito? jeje

un beso grande