domingo, 22 de mayo de 2011

Vencidos por el tiempo

...a 1400 revoluciones por segundo, escuchando Saharabbey Road y viendo pasar miles de personas en sentido contrario al tuyo, la ciudad parece un mundo, un sinfín de sensaciones asperas que se contradicen con la realidad. Yo sigo mi camino, esquivando los espectros de la noche, y desafiando fielmente una batalla intrépida con mis propias emociones. Cada 10 metros de asfalto, y con mirada afilada, las farolas, me recuerdan que es de noche, a un lado y otro, permanecen inmóviles. Mi mano derecha sobre el volante, a cada segundo de manera descontrolada, miro al asiento de al lado por si aún alguien me acompaña, por si te hallabas. El rastro de tus medias sobre la tapicería, anclado, despierta nerviosismo, ira, fuerza...me ha vencido. Saboreo cada palmo de ciudad, contemplo el color rojo del semáforo, la multitud con sus bolsas alcohólicas dispuestos a camuflarse bajo la ebriedad, la policía intentado desarrollar un trabajo de control... todo se detiene ante la pupila, más allá de la superficialidad de la ciudad nocturna, impasible.
Cambio de marcha, y todo parece fluir, respiro fuertemente, mis pulmones estancados, comprimidos, atascados por el no saber que hacer, no saber que decir, no saber que decisión tomar. Agarro apresuradamente el aroma del perfume que hoy a conciencia estrené, y veo el reflejo de unos labios en el espejo, todo está unido, apareces cada vez que despego la vista de la carretera...pero te vuelves a esfumar.
Encuentro aparcamiento, el coche me agradece el paseo apacible de esta noche, ahora soy ya uno de tantos transeuntes que quiere camuflar la realidad, su realidad...


... porque dejarse llevar, suena demasiado bien.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hablas mucho de alguien muy especial no? Ha de ser muy especial para escribir esas cosas tan sinceras y sigue conduciendo tu vida hacia ella.
Sigue mostrando tu corazon en este rincon.