martes, 31 de enero de 2012

Bombillas que se encienden cuando un Edison se apaga

...Tras un día muy intenso lleno de imprevistos imprevisibles, que mejor manera que continuar esta travesía con un buen libro.
Existe en mi vida una serie de acontecimientos a los que inocentemente y con fe prodigiosa llamo "Maktub", una palabra árabe que su significado puede asemejarse a "estaba escrito". Creo firmemente en la hermosura de los actos que la vida nos regala, como consecuencia de su propio fluir ambulante por el camino que se otorga. Todo tiene un porqué, intento respetar fielmente sus causas y asimilar sus consecuencias. La vida no siempre acaricia, algunas te araña, pero entendí, que incluso hay bombillas que se encienden cuando un Edison se apaga.
Bombillas que se encienden inesperadamente, incluso cuando todo aparentemente duerme apacible, luces incandescentes que liberan su ego de la sombra opresora en la que se envuelven. Estaba escrito, y que mejor momento y escenario, que mi vida, para que tuviera que suceder lo que así estaba dispuesto, a causa de las consecuencias del fluir ambulante de la propia existencia.
Los "maktub" que cada día acontecen, pueden ser interpretados de miles maneras, la sonrisa de un niño, el abrazo perenne en el recuerdo, una canción de carnaval que te hace sonreír inexplicablemente y tontamente ... todo fluye, cambia, crece. Y esas pequeñas señales sobre las que mi vida va posándose y encaminando el rumbo, quizás sean detalles ficticios, pero yo, hoy, me mantengo firme ante ese agnosticismo, quizás mañana viva, porque hay que vivir, pero hoy irremediablemente, me dejo llevar, porque suena demasiado bien.

Los "Maktub" sólo aparecen para darle mayor sentido a la vida.



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